El pasado 6 de agosto se publicó en el BOE, el Real Decreto 639/2014, por el que se regula la troncalidad, la reespecialización troncal y las áreas de capacitación específica y se establecen las normas aplicables a las pruebas anuales de acceso a plazas de formación en neurocirugía.
Este decreto regula la formación de los especialistas “en convergencia con la estructura de otros países miembros de la Unión Europea” .
Según aparece en el boletín, se prevé la adquisición de competencias comunes a varias especialidades en ciencias de la salud a través de un periodo de formación uniforme, denominado tronco. Incluye además el desarrollo de la normativa para la “reespecialización”.
En definitiva, se trata de un nuevo desarrollo del periodo formativo de la especialidad, que en lo que afecta a la Neurocirugía, incluye un periodo común (troncal) de dos años junto a otras disciplinas quirúrgicas (anexo I), y un periodo específico (propio), cuya duración se encuentra aún por determinar.
Este Real Decreto en su capítulo IV regula también la aparición de algunas áreas de capacitación específica.
Junto a algunas de indudable calado, y cuya regulación era necesaria desde hace tiempo (Enfermedades Infecciosas o Urgencias y Emergencias) se incluyan otras de dudosa trascendencia (Hepatología Avanzada), obviando la petición que la SENEC ha transmitido en repetidas ocasiones de incluir la Neurorradiología Intervencionista como un área de capacitación específica al que podrían acceder los neurocirujanos de España.
Tanto SENEC como la Comisión Nacional de la Especialidad (CNE) han manifestado reiteradamente su oposición a la aprobación de la troncalidad, en la seguridad de que este nuevo paradigma repercute muy negativamente en la formación del médico residente de Neurocirugía. Asimismo, ha solicitado repetidamente (desde la ya lejana Asamblea de 16 de mayo de 2010 en A Coruña) la prolongación del periodo formativo en Neurocirugía a 6 años.
Son incontables las acciones que se han emprendido a lo largo de estos años por parte de la Sociedad y la CNE: cartas de disconformidad a las ministras (Sras. Pajín y Mato), alegaciones y razonamientos a los órganos competentes, notas de prensa, escrito con firmas y posicionamiento de la práctica totalidad de los jefes de servicio de nuestro país, campaña de los servicios docentes, dimisión de la Comisión Nacional de la Especialidad en bloque, innumerables reuniones de las sucesivas Juntas Directivas de SENEC con todos los organismos implicados (particularmente con el director general de Ordenación Profesional), acciones conjuntas con otras Sociedades Científicas… Pese a ello el Ministerio ha hecho oídos sordos a estas alegaciones y el rodillo administrativo, con el velo veraniego que todo lo tapa como telón de fondo ha aprobado finalmente su aplicación.
Aunque algunas sociedades científicas, como Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), han anunciado que impugnarán el Real Decreto para que se suspenda cautelarmente su aplicación, parece difícil una vuelta atrás ya que el decreto cuenta con el visto bueno del Consejo de Estado y de los Letrados del Estado.
La llegada del nuevo curso permitirá ver el calado de esta reforma y la dinámica que surge alrededor de su aplicación. Al margen de las actuaciones que pueda llevar a cabo institucionalmente la SENEC a título particular o junto a otras sociedades, existen acciones que de forma individual se pueden desarrollar en los servicios acreditados para la docencia. En primer lugar, se debe recordar que el Decreto estipula la posibilidad de alargar o acortar en seis meses el periodo de formación troncal. La inclusión de neurocirujanos como Tutores del Periodo de Formación Troncal (art. 7) en las instituciones permitirá influir en la concepción del programa formativo troncal, previendo que los residentes de Neurocirugía, cambien los últimos 6 meses de formación troncal, por otros tantos de formación específica. Del mismo modo, es potestad de la Comisión Nacional de la Especialidad participar de la Comisión Delegada de Tronco que desarrolle dicho programa formativo troncal.
Compete a los Ministerios de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y de Educación, Cultura y Deporte la aprobación del programa docente de la especialidad, con los informes previos de la Comisión Nacional de Especialidades en Ciencias de la Salud, la Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud, y sobre todo de la CNE y el nuevo Grupo de Trabajo Institucional de SENEC.
Desde la SENEC se esta trabajando para que el periodo formativo específico se desarrolle en 4 años, de modo que el residente de Neurocirugía se forme durante al menos seis años, conforme a las recomendaciones de la UEMS y la mayor parte de países de nuestro entorno.
Es obligación hacia los residentes y hacia la sociedad a la que dedican sus esfuerzos, garantizar la excelencia en la formación de unos profesionales, futuros especialistas, que algún día vendrán a sustituir a los anteriores. Velar en definitiva, por nuestra salud.